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Consejos de seguridad          CIRCULAR ENTRE COCHES
Estos consejos describen las situaciones de riesgo más frecuentes a las que nos enfrentamos los motoristas en las ciudades, explicando cómo debemos reaccionar ante cada una de ellas.
Constituyen un conjunto de estrategias y pautas de comportamiento fruto de la experiencia, aunque basadas también en la precaución y el sentido común.
Todos ellos persiguen anticiparse y evitar nuestros propios errores y los de los demás conductores, que en total causan más del 90 % de los accidentes de tráfico.



CIRCULAR ENTRE COCHES


El 70 % de los accidentes de moto en la ciudad se producen por colisión con un coche.


No me gusta circular muy cerca de otros vehículos, y menos aún si son grandes y pesados. Pero a menudo en la ciudad no hay más remedio que hacerlo. Lo que intento siempre es decidir con qué automóviles comparto ese espacio de terreno, en qué momento y sobretodo a qué distancia de mi moto estoy dispuesto a mantenerlos. La INICIATIVA es esencial para esta tarea: gestionar mi propio espacio de seguridad (ver 4. 6.) frenando, acelerando o modificando mi trayectoria es la mejor estrategia para circular con seguridad rodeado de coches.

  1. Cuando adelantes a otro vehículo procura hacerlo a la mayor distancia posible, incluso desplazándote un poco dentro de tu propio carril, siempre que ello no implique acercarte más de la cuenta al resto de automóviles.





  2. Durante la maniobra de adelantamiento tu velocidad respecto al vehículo que rebasas no debe ser ni excesiva ni insuficiente:
    • Si fuera excesiva no dispondrias apenas de tiempo para evitar una posible maniobra del otro vehículo, al margen de que las consecuencias del impacto serían más graves.
    • Si fuera insuficiente (circular casi a la misma velocidad que el vehículo que pretendes adelantar) la maniobra duraria damasiado, incrementándose el riesgo de choque.
  3. Cuando circules en paralelo entre coches en movimiento, debes procurar siempre mantener una distancia lateral de seguridad suficiente que te permita reaccionar frente a eventuales maniobras imprevistas de los demás automóviles, por ejemplo cambios de carril. Como norma general recomiendo circular por el centro del carril (como el motorista en primer plano) porque así te mantienes a más distancia de los otros vehículos, aunque a veces sea preferible desplazarte ligeramente a un lado de tu carril para aumentar la visibilidad más allá del coche que te precede, según lo explicado en el consejo 60.
  4. Cuando los coches están parados y circulas entre ellos tendrás que hacerlo a poca velocidad (máximo a 20 Km/h) y con especial atención a los ocupantes, para poder frenar a tiempo en caso de que te abran una puerta (otro de los accidentes “clásicos” en la ciudad). La mayoría de ocupantes de coche que abren la puerta lo hacen en un espacio por el que no puede pasar un coche, pero si una moto. El problema es que casi nunca toman antes la precaución de comprobar la posible presencia de una motocicleta a punto de rebasarlos.
    Hay que vigilar especialmente las puertas de los pasajeros cuando el coche está parado cerca de la acera derecha, especialmente los taxis.
  5. Al circular entre coches parados deberás tener cuidado también con la posibilidad de que algun ocupante saque el brazo por la ventanilla, comportamiento muy habitual en verano. Es frecuente, por ejemplo, la costumbre de mantenener el cigarrillo fuera del coche para evitar que el humo invada el habitáculo: el gesto de lanzar la colilla fuera (en lugar de apagarla en el cenicero, que es lo que se debería hacer), dejar caer la ceniza o simplemente ponerse el cigarrillo en la boca puede provocar el impacto de tu moto contra el brazo del fumador. Para evitarlo, además de circular a poca velocidad deberás hacerlo a la mayor distancia posible de los coches.
  6. Debes facilitar siempre las maniobras de los demás vehículos, porque evitarás muchas situaciones peligrosas. Un ejemplo clásico de riesgo es cuando un coche tiene que realizar una maniobra hacia tu dirección (imagina que el coche azul de la izquierda tiene que esquivar una furgoneta mal aparcada que ocupa un carril de circulación, y que para hacerlo deberá invadir tu propio carril).
    Tienes que procurar anticiparte a estas situaciones, frenando, acelerando o cambiando de carril para dejar espacio suficiente al coche y así evitar una posible colisión. Si eres tú quien tiene que esquivar a la furgoneta tendrás que prever y realizar también con suficiente antelación la maniobra más oportuna.
  7. Los coches a menudo no son conscientes de estar invadiendo tu carril. Una situación típica de alto riesgo es circular en paralelo cerca de un coche por una calle ancha que sigue una trayectoria curva, porque es posible que invada inconscientemente varios carriles, al seguir prácticamente en línea recta.
    Esto es aún más probable si los carriles no están señalizados en el pavimento, como en la foto, ya que sin referencias hay conductores que tienden a saltarse inconscientemente uno o más carriles teóricos.
    En estas situaciones la mayor estrategia es la anticipación combinada con el control del espacio. Procura calcular con antelación las posiciones relativas de tu moto y las de los vehículos que tendrás en ambos laterales mientras giras, adecuando tu velocidad y trayectoria de manera que no coincidas con ninguno de ellos circulando en paralelo como en la fotografía, o al menos lo hagas a una distancia suficiente.
  8. Como en el caso anterior, en las rotondas es muy importante controlar el espacio que te separa de los demás vehículos. Podrían interferir involuntariamente tu trayectoria. En estas situaciones algunos conductores tienden también a seguir una línea recta en lugar de curva. Esto comporta el riesgo de “llevarse por delante” al inexperto motorista que no ha previsto esta eventualidad con un correcto control de su espacio.

  9. Pero incluso en línea recta hay vehículos que pueden invadir inconscientemente tu carril, a menudo debido a la falta de atención al conducir. En estos casos les advertirás de tu presencia con un breve bocinazo, preparándote también para alejarte del vehículo en cuestión acelerando, frenando o cambiando de carril si es necesario.



  10. Desconfía cuando circules detrás de un automóvil que se mueve a una velocidad demasiado lenta o siguiendo una trayectoria errática: puede que esté buscando aparcamiento o que se haya perdido e intente orientarse. Es probable que gire o frene bruscamente en cualquier momento, porque en estas circunstancias los conductores (incluso los más prudentes) suelen destinar casi el 100 % de su atención a solucionar el problema, olvidando por unos instantes todo lo demás. Intenta mantener una distancia de seguridad lo mayor posible, incluso adelántalo si puedes hacerlo sin peligro, aunque prestando en todo momento una especial atención a sus evoluciones.
  11. Cuando circules por vías rápidas en una moto de pequeña cilindrada, considerando que la mayoría de automóviles te acabarán adelantando, recomiendo:
    Circula siempre por el carril de la derecha, pero por el centro del carril. La costumbre que tienen muchos motoristas de circular cerca del arcén, con la intención de facilitar que los adelanten vehículos más rápidos, sólo consigue que éstos lo hagan sin cambiar de carril, con el resultado de que se acerquen demasiado (bastante menos de los reglamentarios 1,5 metros), provocando una situación de alto riesgo. No obstante, te recomiendo también controlar periódicamente por tu retrovisor la aproximación de otros vehículos, para apartarte hacia la derecha sólo si no respetan tu distancia de seguridad, como último recurso.
  12. En avenidas de más de dos carriles circular por un carril lateral en lugar de los centrales tiene la ventaja de que así el motorista sólo debe controlar los vehículos a uno de sus lados. Los motoristas tendemos a circular por los carriles laterales mientras los coches suelen circular por los centrales, tal como refleja el estudio de APPLUS-IDIADA en 2.3.2.



  13. Pero esta estrategia también tiene inconvenientes: los coches pueden interferir la trayectoria de las motos cuando quieren girar. Imaginemos por ejemplo que el coche amarillo de la foto anterior decide girar de repente a la izquierda en el siguiente cruce. Por si acaso controla al coche con el rabillo del ojo cuando sospeches que puede girar, por ejemplo al llegar a un cruce.
    Otro inconveniente de circular por el carril lateral es que deberás estar más pendiente de la acera por si cruza un peatón o un coche pretende salir del garaje. Tienes que evaluar en cada momento cuál es la mejor opción para tu seguridad.
    Personalmente prefiero circular por los carriles laterales siempre que puedo, porque me siento mucho más seguro al tener libre de coches uno de mis “flancos”.
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